Por: Astrid Morales
Acabando de regresar de unas merecidas vacaciones por el Caribe donde disfruté de un sinnúmero de aventuras de todas clases me propuse descubrir nuevos destinos dentro de mi hermosa Isla. Como resultado de esa búsqueda y claro, de ahorrarme algún dinerito gracias a las ofertas de descuentos, descubro la aventura en el Río Tanamá. Tengo que confesarles que cuando leí la oferta de Cacique Ecoadventures que incluye “body rafting”, “hiking”, “climbing”, saltos, exploración de cuevas y recorridos por el bosque dudé. Primero por lo cobarde que soy y segundo porque no sé nadar. Solo que al ver las fotos del anuncio pensé que tenía que hacerlo. Así que me dije: “Misma, ¡pa’llá vamos!”. El día antes llamo a Albert (nuestro guía a cargo) para confirmar nuestra aventura y muy amablemente nos dió las instrucciones de cómo llegar al punto de encuentro en Utuado a las 7:30 a.m. En ese momento mi pulso se detuvo y mi cerebro no podía asimilar que tendría que levantarme a las 4:00 a.m. para nuestra aventura. Luego de varios segundos y un silencio, proseguí la conversación en donde nos recomendaba llevar una merienda, zapatos cerrados, pantalones de ejercicio para evitar contacto con ramas u hojas y ropa extra, además de agua para el camino. ¡Esa madrugada sonó la alarma y ya con el bulto ready emprendemos camino! ¡Rum, rum! Una vez llegamos conocimos a nuestro guía y a los 6 compañeros de aventura procedentes de Añasco, Carolina y San Juan respectivamente. Todos entre emocionados y asustados, llenamos el relevo de responsabilidad y comenzamos a ponernos el equipo de seguridad: casco y salvavidas. Se me ocurrió preguntar: ¿porqué los salvavidas son rojos? Y en un tono primero serio y luego sonriente dice: ¡para identificarlos rápido cuando vayan río abajo! Mi cara de susto creo que fue suficiente para que todos comenzaran a reírse y a confraternizar. Al menos aporte al buen ambiente, ¿no creen? !Jajaja¡ Ya todos listos nos montamos en la guagua que nos llevaría a las tierras colindantes al Río Tanamá. La vista era espectacular. La variedad de verdes en la grama y los montes, las flores, la brisa fresca, la paz y la tranquilidad que te obsequia el lugar son únicos. Solo viven unos pocos en el sector, todos familia y que nos saludaban a nuestro paso invitándonos a disfrutar de sus riquezas naturales. Nos estacionamos y emprendemos nuestra caminata, maravillados con los visuales y algunos animales, como las cabritas de Don Pedro y las gallinas de Doña Tere. Comenzamos a adentrarnos por las laredas del bosque y empiezas a sentir la humedad única de nuestro clima. De momento, escuchamos el Río Tanamá que nos invitaba a acelerar el paso porque no era visible aún entre tanta vegetación. Nos encontramos con un puente colgante donde ondeaba una bandera puertorriqueña que nos invitaba a cruzarlo. Luego entre piedras, raíces, una que otra tela de araña y 3 resbalones llegamos al Río Tanamá. Se componía de 3 grandes plataformas de roca que te impulsaban a ver los más de 8 pies sobre el nivel del río que tenían. Para mi sorpresa era ahí que se llevaría a cabo el famoso brinco del anuncio. Fue ahí que comencé a sudar, mi pulso volvió a detenerse y le pregunto al guía cuán profundo es el río, a lo que me respondió: “cerca de 10 pies, tal vez un poco más, y ya pueden tirarse. ¿Quién sera el primero?”. Una vez recuperé mi aliento por la impresión y me volteo a decirle a mi novio, ya el estaba corriendo hacia el río y… ¡splash! ¡Hombre al agua! Pensé tantas cosas al respecto en tan poco tiempo y las cuales no escribiré porque sino la gente linda de Callejeandopr no me publicarían este relato. Esto me dejaba asustada, sola y presionada a nivel de grupo para tirarme después de él. Así que sin pensarlo mucho y encomendándome a que el salvavidas funcionara, salté y ¡splash! ¡Mujer al agua! En resumen: ¡fría, fría, fría! Tragué agua por el susto pero sobreviví, ¡así que me gustó y me tiré 3 veces más! jajajaja. Ya en el agua, comenzamos a cruzar el río flotando a través de una de las cuevas mas pequeñas del área. Parecía como si nos transportáramos a la era prehistórica con tantas estalactitas bajando del techo formando la apariencia de lo que podría ser la columna de un dinosaurio. Se puso bien oscuro y solo veíamos la iluminación del guía que nos acompañaba hasta que al final divisamos la luz nuevamente. Cruzamos hasta un área menos profunda y proseguimos nuestra caminata. A nuestro paso nos encontramos con insectos de colores que jamás había visto, pedazos de mármol y calcificaciones con caracoles marinos, lo que nos daba a entender que en algún momento nuestra Isla estuvo bajo agua de mar. Además encontramos petroglifos en las paredes, murciélagos y hasta un “guabá” (especie de araña) en la Cueva del Arco, una de las 5 cuevas que visitamos. Cada paso nos llevaba a una imagen única y maravillosa de nuestra naturaleza rica en colores que nos transportaba a una época de tú a tú con la naturaleza. A lo largo de nuestro recorrido nos encontramos con hermosas cascadas naturales y divisamos unas torres en piedra construidas por los taínos y por algunos que en agradecimiento y por la oportunidad de estar ahí dejan su huella en piedra. Así que nos tomamos un tiempo para construir nuestras propias torres. Luego de aproximadamente 2 horas, tomamos un descanso para merendar y admirar el paisaje. Se respiraba un aire tan puro que hasta se sentía mágico. Luego de un par de fotos y de ayudar a recoger uno que otro desperdicio o basura que bajaba por el río, seguimos nuestro camino. Unas veces subiendo y otras pocas bajando, cruzando piedras, árboles caídos y áreas del río cada vez mas frías pero frescas que te invitaban a no regresar a la civilización, completamos nuestro recorrido. Con una gran sonrisa, complacida y maravillada, terminamos nuestra Aventura del Río Tanamá, cerca de 4 horas y media. Cansados y enchumba’os por tanta agua pero con ganas de regresar en un futuro cercano. A la verdad que somos privilegiados, no tenemos que envidiarle aventuras a ningún país. En nuestro Puerto Rico hay tantas bellezas para el disfrute de todos. Solo tienes que levantarte y salir a Callejear!!! | ¿Cómo llegar? Cacique EcoAdventures Tanamá PR-602 K7 Angeles, Utuado P.R. (787) 297-3394 Coordenadas: 18.2868, -66.79967 Lugares Cerca: |