En nuestra isla hay muchos tesoros escondidos, pero no necesariamente todos están cultos. Aunque otros digan lo contrario, esta cascada la puedes encontrar justamente al lado de la carretera #149 entre la colindancia de Ciales, Orocovis y Villalba lo que siempre ha causado una controversia sobre a

quién le pertenece. Pero lo que te puedo asegurar es que rápidamente pases por el lado de ella te tienes que detener. Les hablo del Chorro de Doña Juana.  Esta espectacular cascada tiene una caída de más de 100 pies de altura y un encanto natural que hace que te quedes allí por horas. 

  Oficialmente no es un área recreativa pero muchos llegan allí a darse un rico chapuzón.  Las familias optan por cocinar en barbacoas y pasar el día en familia. Los turistas llegan y acaparan la orilla de la carretera para observar la caída del agua y observar a los atrevidos que trepan sus rocas para lanzarse a su profundo charco.  Es increíble ver el agua totalmente blanca al bajar por la presión entre dos enormes rocas, pero una vez llega al charco se puede apreciar su color azulado cristalino que te tienta a tirarte con “tó y tennis”. 

   Uno de los problemas del lugar es que no hay estacionamiento y muchos optan por estacionarse a orillas de la carretera. Hay que tener mucha precaución al bajarse ya que es muy peligrosa por lo angosta que es. 

   Así que si eres callejero pasa por el área y date un chapuzón, siéntate a meditar mientras oyes el sonido del agua caer, o simplemente disfruta del paisaje que nos regala esta islita en cada rincón.  Llévate la cámara por que la foto allí es obligatoria y no olvides llevarte la basura y mantener limpios nuestros recursos naturales que son para el disfrute de todos. ​

LA LEYENDA DEL CHORRO DE DOÑA JUANA
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  Doña Juana, una reconocida vecina del barrio Ala de la Piedra de Orocovis, era amante de los animales. En una ocasión divisó sus cerdos al otro lado del río. El día estaba nublado y lluvioso. Pero, sus extraordinarias habilidades para correr y nadar ríos caudalosos era insuperable. Sin embargo, ese día fue advertida por todos que iba a bajar el golpe de agua crecida, a todo lo cual le gritaron que no se tirara a cruzar el río. Ésta se lanzó despavorida para rescatar sus cerdos al río y el golpe de agua la arrastró río abajo, cayendo por tres caídas de agua y nunca jamás se supo de Doña Juana. Hoy día, se reconoce toda el área por donde pasa el río en el bosque como Doña Juana, terminando su identificación trágica en un chorro con tres caídas que se presume cayó la infortunada amante de animales y la naturaleza.

¿Cómo llegar?

Carretera 149, Orocovis
Coordenadas: 18.18052,-66.51242
Lugares Cerca: Cascada Mete Miedo, El Chorro de Doña Juana, El Mirador de Villalba-Orocovis, Salto La Plazuela y Charco la Guitarra

   Cuando estés callejeando por el centro de la isla es obligatorio hacer una parada en el mirador de Villalba y Orocovis. Se le conoce así por que queda en el límite de ambos municipios de los  cuales toma su nombre.

​Tan pronto llegues y observes te asombrarás del espectacular paisaje que se aprecia desde este lugar.  Se encuentra a 4,000 pies sobre el nivel del mar que te permiten apreciar a un lado el Mar Caribe y al otro el Océano Atlántico. En la distancia podrás ver también Los Molinos de Santa Isabel, el embalse Guayabal, el embalse Toa Vaca y si tienes suerte y no hay mucha bruma puedes ver la Isla Caja de Muertos.
 
   Sus instalaciones están habilitadas para pasar el día en familia ya que es un parque pasivo que cuenta con gazebos, veredas, torres de observación, área de ​juegos para niños, merenderos, baños, fuentes de agua, rampa para impedidos, estacionamiento y personal de seguridad.  El parque es libre de costo pero si quieres organizar alguna actividad tienes que visitar sus oficinas en persona. Este parque es administrado conjuntamente por ambos municipios. Si necesitas información para su uso puedes llamar al municipio de Orocovis (787) 867-5000 o al municipio de Villalba  (787) 847-2500; 2240.

   Es claro que cuando estés de paseo por nuestra cordillera central, el descanso para luego continuar es aquí. Detenerse, observar y respirar el aire puro que nos brinda el lugar nos lleva a disfrutar de las bellezas naturales de nuestra isla.